Mi resobri acaba de cumplir dos añitos y, puñeterías del destino, parece que en su ránking de dibus preferidos Pocoyó ha sido desbancado por Bob Esponja así que (dita sea) me quedo con las ganas de hacer al precioso muñequito azul (que yo no sé por qué me recuerda a Jamiroquai, lo sé, estoy enferma) y no he podido seguir librándome de hacer un Bob Esponja. Pero me daba cosa hacerle con camisa y corbata con "la caló" que hace así que me encontré una imagen suya en gayumbillos y me pareció ideal para la época y así me quedó la criatura.

No sé qué le ven a este muñeco pero a los niños les encanta.  Proporcionado, desde luego, no parece, que menudas canillas...


No es que esté presumiendo de victoria ni diciendo "paz hermanos" en plan hippy.  Sólo está respondiendo a la pregunta típica del día (léase en plan abuela) "¿y cuántos añitos haceeees?".  Pues DOS.  Que se note.


A Asier le encantó su Bob "ponja gande". No quería que nadie lo tocara ni que le descolocaran un solo pelo.  Otro niño cogió uno de los zapatos y le sentó fatal, hubo que ponerlo en su sitio de inmediato so peligro de rotura de tímpanos generalizada. 

Si tienes niños, apártales de la pantalla en este momento.  Porque a los mayores se nos fue la pinza, nos salió la vena "Dexter" y no se nos ocurrió otra cosa que clavarle las velas en los ojos (¡¡¡ ¿en qué rayos estábamos pensando? !!!)

Si al pobre niño no le gustaba ni ver un zapato decolocado ¿cómo íbamos a partir la tarta en sus narices? Nos fuimos a la cocina.  Y allí, cuando no miraba nadie... La vena Dexter se desató sin remedio. 

No me digas que el muñeco no tiene cara de loco. Algo se nos debió contagiar, que incluso le pusimos con el bracito ayudando al cuchillo.

Hicimos pedacitos al pobre Bob Esponja dejando buenos documentos gráficos.  Un poco más y hacemos una "esnafmuvi" de ésas. Ains, si es que duele sólo de verlo.


La tarta muy rica, de arroz con leche.  Y muy "esponjosa" claro, no podía ser de otra forma.  Ja.  Después de la autopsia sólo quedó ésto.

Y a ver cómo se lo explicas al chaval, que estaba pidiendo su "ponja gande" para soplar las velas clavadas en los ojos una y otra vez...  Confío en que su corta edad (dos añitos recién cumpliditos) le salve de acordarse de su Bob "ponja gande" (tenía otros dos más pequeñitos) para soplar las velas.  Pero por si acaso, tuvimos que ocultar las pruebas y prometer que Bob Esponja se había marchado a la tele después de venir a felicitarle por su cumple.  No quiero ni pensar en las sesiones de terapia que le supondrá esto... A él y a nosotros, que en realidad él no creo que asociara todavía a Bob con la tarta, sólo quería su muñeco grande para poder soplar las velas de los ojos (dios, es que no puedo, cada vez que lo pienso me arrepiento más).  No, somos nosotros los que nos comimos a Bob Esponja.  Y lo sabemos...  Y tendremos que guardar para siempre el secreto...

Mira que he partido tartas.  De todo tipo.  Hasta he descuartizado traseros.  Pero nada me había preparado para la muerte de Bob Esponja.  ¡¡ Qué trauma !!