La primera que vi los macarons me quedé con la boca abierta ¡qué cosa tan bonita!, cuando empecé a investigar sobre ellos y leí varias veces que no era fácil que salieran a la primera, los dejé esperando en un rincón. Pero las ganas de probar fueron mas fuertes y me decidí a intentarlo.

 

Leí decenas de veces el excelente post de Morgana para que me quedaran claros todos los pasos a seguir, y los seguí al pie de la letra. Pero como no me fiaba mucho del resultado decidí hacer una cantidad muy pequeña, tan pequeña que sólo me dió para 8 macarons,  y tanto miedo tenía al fracaso que ni siquiera me molesté en darles un toque de color, total, para tener que tirarlos!
Como se aprecia en las fotos, para tirar no quedaron. Estaban ta entusiasmada cuando los veía tomar forma en el horno que mi impaciencia me hizo abrir la puerta mas de una vez para verlos mejor, con lo cual bajaron un pelín.



Hace un par de meses, una mañana cuando iba a comprar el pan a la pastelería
 veo algo en el escaparate que me llama la atención ¡macarons! por lo visto el pastelero los hace muy de vez en cuando. Me llevé 1/2 docena y me gustaron mucho. Hace cosa de un mes, de paseo por Zamora, entramos en una pastelería en la Plaza Mayor y también los tenían, los de frambuesa me parecieron preciosos, pero me recomendaron los de nuez, cogí otra 1/2 docena ...y no digo yo que en algún momento de su vida no estuvieran buenos, pero en eso momento ya eran un fósil de macaron, juro que podían utilizarse como arma arrojadiza. Estaban duros, huecos e insipidos. Mucho mejor los de mi pueblo, ¡donde va a parar!

Y después de tanto rollo, os hablo de los mios. Los mas bonitos del mundo no son, pero estaban deliciosos, crujientes por fuera y jugosos por dentro. ¡Lástima que fueran tan pocos!

La receta que utilicé es la que tiene Morgana en su blog, os la cuento como yo lo hice:

Ingredientes:
1 clara de huevo (45 gr.)
15 gr. de azucar blanquilla en grano
75 gr. de azúcar glas
50 gr. de almendra molida

Antes de empezar:
Hay que dejar "envejeder" la clara de huevo, esto es, separla de la yema y dejarla en un recipinte bien limpio y tapada fuera del frigorífico 24 h.
Si tenemos la almendra molida hay que tamizarla junto con el azúcar glas un par de veces, para eliminar posibles granitos y que nos quede la superficie del macaron lisa.
Si tenemos que moler la almendra hay que tener cuidado de no calentarla y que no quede aceitosa, resulta mas fácil molerla junto con el azúcar glas. Yo utilicé almendras en granillo y las molí en la thermomix, no quedan muy finas, las tuve que tamizar varias veces.

Preparación:
Una vez tenemos todo preparado, lo primero que haremos es tamizar la almendra y el azúcar glas, lo reservamos. Despues montamos la clara con varillas, a medio montar añadimos el azúcar normal y seguimos batirendo hasta que quede firme, si ponemos boca abajo el bol y no se mueve, ese es el punto.
Ahora se añade el color si se desea, mejor en polvo o líquido (eso he leído, por lo visto los de pasta son mas difíciles de mezclar con las claras, se recomienda mezclar el azúcar con el colorante antes de añadir a las claras) como yo no los teñí, no os puedo contar ...para la próxima.

Ahora es el momento de incorporar la mezcla de almedra y azúcar glas,con cuidado en varias veces y con movimientos suaves y envilventes para que no se bajen las claras.  Ponemos la mezcla en una manga pastelera con boquilla lisa de 1 cm. y sobre la bandeja del horno forrada con papel para hornear vamos haciendo pequeños montoncitos, bien separados entre sí porque la masa se exztiende un poco. Los dejamos reposar entre 45 minutos y una hora, para se seque la superficie del macaron, de esta forma al cocer, como  la superficie está seca, al crecer la pastita y se levanta desde la base, formando el "pie" (burbujitas de la base).
Los cocemos en el horno precalentado a 150º durante unos 15 minutos.
Cuando los saquemos del horno retiramos el papel de la bandeja y los dejamos (pegados al papel) sobre la encimera hasta que se enfrien del todo. Luego ya los despegaremos y rellenaremos una vez frios.

Recomiendan meterlos unas horas en el frigo antes de rellenarlos, y una vez rellenos volver a dejarlos en el frigorífico para tomarlos 24 horas después. Yo como soy impaciente, los probé a las pocas horas de rellenarlos, pero si es verdad que están mejor al día siguiente ...y al siguiente, si es que quedan!

Para rellenar yo utilicé una ganache de chocolate negro a la que añadí una cucharadita de mermelada de naranja amarga.

Y esto es todo, seguiré probando porque me parecieron unos dulces deliciosos.

Muchas gracias por la visita.

Pilar