El cumple de Jandro era ya mismo y había que hacerle una tartita.  Algo muy pequeñito, sólo para los de casa, unas 6 personas.  Los datos: que le encanta cocinar y que su trabajo está relacionado con la informática.  Gracias, Ana, por confiar en mí de nuevo y por dejarme "libertad creativa".    Esto fue lo que salió.

Un mini gorro de chef de bizcocho de cacao y café al ron con relleno de choco blanco y café...

 

...y una cacerolita de esas de cobre (siempre me han encantado) de MSC de frambuesas con relleno de chocolate negro a la naranja. 

 

Tan pequeñino todo había que poner algo para que no quedara demasiado soso el conjunto así que añadimos un par de USB de corte cocineril (una cuchara de madera y un tenedor), un ratoncillo de PC y por último una especie de Carta de Restaurante con el nombre del Chef (que se notase por algún sitio que la tarta era para Jandro).

 

Muy divertida de hacer aunque sigo teniendo problemas con las tartas tan chiquininas, el equilibro para que el bizcocho no se desintegre y que tampoco quede como una piedra me resulta algo difícil de encontrar, aparte de que en las tartas pequeñas la proporción de fondant siempre es demasiado alta y tengo que avisar de que éste se retire antes de comerla para que no se me muera la gente del subidón de glucosa.  Pero son taaaaaan monas que me cuesta mucho trabajo resistirme a hacerlas.

 

Como siempre, algo me tuvo que surgir para complicarme la vida y es que el papel que escogí inicialmente para forrar la bandeja se empezó a manchar de grasa a la mínima y tuve que cambiarlo todo a otra bandeja con otro papel.  Para más inri los bizcochos iban horneados en lata (la única forma de hornear algo tan pequeñino) y en el primer intento subió tanto que se me empezó a pegar por la parte superior del horno y al final se me quedó crudo por dentro y hubo que repetir.  Gajes de hobby...

Os cuento todo estoy para que veáis que a pesar de llevar tiempo haciendo este tiempo de tartas, se siguen teniendo percances.  Lo importante, supongo, es sobreponerse e intentar solucionarlo como buenamente se puede.  Vamos, que si estás empezando y te pasan estas cosas, no desistas, que a todas nos ocurren de vez en cuanto.  Sigue adelante, que merece la pena.