Otra receta del libro "vegan cupcakes take over the world" que hice simplemente por probar una receta vegana más y... os podéis imaginar mi sorpresa cuando el resultado final de las magadalenas fue por por fin:  ¡¡VERDE!!     (He tenido que sujetar a Gunter como he podido para que no se las comiera todas).

Esto es lo que necesitarás  

Ingredientes:
1/2 taza de yogur de soja (yo lo hice con yogur griego, ya no es vegano pero sale bien)
2/3 de taza de leche de arroz (usé de soja, puedes usar normal aunque no sea vegano)
1/4 cucharadita de extracto de vainilla
1/3 taza de aceite vegetal (girasol, soja, maíz...)
1/2 cucharadita de extracto de almendras (de esto eché mucho menos)
1 1/4 tazas de harina
1 cucharadita de levadura en polvo
1/4 cucharadita de bicarbonato
3 o 4 cucharaditas de té matcha en polvo (no sirve otro, tiene que ser éste aunque es caro)
1/4 cucharadita de sal
3/4 taza de azucar

Precalienta el horno a 180ºC y prepara tus moldes: engrasa y enharina el molde que vayas a usar si harás un bizcocho o coloca lás cápsulas en el molde de muffins para que mantengan su forma si vas a hacer magdalenas.

Mezcla en un recipiente aparte la harina, la levadura, el bicarbonato, el té, la sal y el azúcar.  Remueve bien.

En el recipiente en que prepararás la masa bate el yogur con la leche de arroz , la vainilla, el aceite y el extracto de almendras.

Añade, tamizando, la mezcla de harinas y remueve hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.

Llena tus moldes con esta masa hasta las dos terceras partes de su capacidad y llévalos al horno para que se horneen durante unos 20 minutos, hasta que al pincharlos con un palillo éste salga limpio de masa.

Saca los dulces del horno y deja que se enfríen en la rejilla.  A medida que pasa el tiempo, el color verde brillante de recién hechas se va perdiendo un poco y se van tornando más marrones...

Pero siguen estando buenísimas.  Aunque en casa nos gustan más tal cual, si te gusta las puedes glasear.  Por una vez y sin que sirviera de precedente, las cubrí con un podo de ganache de chocolate blanco al té verde.

Muy sencilla, prepara una ganache de choco blanco normal (50 g de nata y 100 de choco blanco) añadiendo el té verde a la nata mientras se calienta.  Tendrás que mover mucho para que se disuelva bien.  Cuando arranque el hervor, retiras la nata del fuego, añades el choco blanco y remueves hasta que se haya fundido por completo.

Deja que se enfríe y bátela con las varillas para montarla.  No subirá mucho de volumen pero sí que irá adquiriendo las consistencia suficiente como para pocer untarla o incluso usarla con la manga pastelera.  Puede que sea necesario meterla al frigo un poquito en el proceso, pero ten cuidado no te la olvides allí dentro porque de una consistencia cremosa y manejable...

puede pasar a quedarse demasiado dura.

Tenia por ahí unas chuches monísimas en forma de estrella y se las planté encima.  Las fotos están un poco oscuras pero las magdalenillas quedaron de lo más simpáticas.