Sí, ya sé que suena rarrrruo, rarrrruo, rarrrrruo pero palabrita del niño jesús que esta rico, rico, rico.  Ni que decir tiene que los alérgicos a los cachuetes se abstengan hasta de ver las fotos.

No me hubiera puesto a ello si no hubiera disfrutado tanto antes de las magdalenas veganas de cacahuete y choco.  La mezcla me pareció tan requetebuenísima que este helado se colocó el primero de la lista para hacerlo en cuanto tuviera tiempo y pudiera entrar en la cocina sin derretirme nada más entrar por la puerta.  Van ya dos tandas y seguro que repito...  ¿Te atreves?

 

Pues vamos con ello.  Esta receta es de la heladería irlandesa "Murphy's", de su blog la saqué y tal cual os la planto aquí.

Necesitas los siguientes ingredientes:
120 g de azúcar
5 yemas de huevo
220 ml de nata
220 ml de leche
100 g de mantequilla de cacahuete (que sea de buena calidad y no demasiado salada, y mejor "con tropezones" o sea lo que los americanos llaman "crunchy")
75 g de chocolate negro en la versión que más te guste (pepitas, virutas...)

Lo primero que tienes que hacer es no ser tan pardilla como yo.  Hazme caso y, si utilizas heladera, no cojas el recipiente en el que vas a meter el helado ya hecho (en pleno verano con la que está cayendo) directamente del mueble de la cocina en el último momento.  NONONONONO.  Es muchísimo mejor meterlo antes en el congelador.  De hecho, es buena idea meterlo al congelador por lo menos antes de ponerte a hacer la crema del helado.  Y si tienes hielo picado para hacerle "una camita" después, cuando lo vayas a rellenar con el helado recién hecho, mejor que mejor. Porque es un poco frustrante ver tu helado tan cremoso y tan mono salirde la heladera todo bonito él para caer en el recipiente y estar hecho una sopa pringosa a los 3 minutos.  (Si no tienes heladera y utilizas el método del "revolcón horario" entonces esto no se te aplica para nada).

Dicho esto, pongámonos con el helado en sí.

Pon la leche al fuego para que se caliente (que llegue a hervir casi).  Apártala.

 

Bate las yemas con el azúcar hasta que espesen bastante.  Al principio te quedará algo así.  Cuando levantes las varillas caerá como "a pegotes".  Bate que te bate...

 

...  Y se irá espesando y aumentando de volumen.  Al levantar las varillas te quedará un "chorro" grueso y homogéneo y te dejará marca al caer.

 

Ve añadiendo muy poco a poco la leche caliente a las yemas azucaradas (para que la yema no se cuaje).  Devuelve la mezcla de azúcar, yemas y leche al cazo a fuego mínimo y no dejes de remover.  Lo suyo es que esté a unos 65ºC-70ºC un buen rato (un cuartito de hora al menos), hasta que espese y cubra por sí misma el dorso de la cuchara.  TEN MUCHO CUIDADO de que la temperatura de la mezcla no supere los 76ºC o la yema cuajará.  Si pasa eso aún puede arreglarse colando la mezcla después pero la textura no queda igual de "fisna".  

Aparta la mezcla del fuego y deja que se enfríe (un baño de hielo viene que ni pintado, que no es plan de estar esperando tres horas a que la crema se enfríe con "los huevos al aire" por mucho que los hayamos "semi pasterizado").  (Perdón por lo de "los huevos al aire", me ha quedado rarísimo).

 

Pon en un bol la mantequilla de cacahuete y déjala al equivalente del punto pomada de la mantequilla normal (vamos, que la remuevas hasta que esté manejable). 

Después y poquito a poquito, vas añadiendo la mezcla de yemas hasta que tengas un compuesto uniforme. 

 

Resérvalo en la nevera mientras montas la nata hasta que haya doblado su volumen (no hace falta que la dejes como una piedra, con montarla y que al levantar las varillas quede marca, vale).

Añade a la nata la crema de yemas y cacahuete y mezcla todo con delicadeza y mucho cuidadín para que pierda la menor cantidad posible de aire. 

Cuando esté bien integrado todo, pon en marcha la heladera y vierte la mezcla en ella hasta que esté lista según las indicaciones del fabricante. 

 

Para entonces la heladera y pasa el helado al recipiente (que tendrás bien fresquito ya) para guardar el helado en el congelador para su conservación. 

A mí me gusta echar las pepitas o las virutas de choco mientras el helado se está mareando en la heladera y ha cogido cuerpo. 

 

Si no tienes heladera, echa la mezcla en el recipiente y utiliza el método del "meneo horario".  (Mete la mezcla al congelador, sácala a la hora, la remueves bien y la vuelves a meter y así repites el proceso hasta que veas que ya no hay quien remueva aquello). En ese caso añade el chocolate cuando el helado esté ya medio hecho para que no se te vaya al fondo del recipiente y quede bien repartido.

Y al día siguiente... ¡¡¡ A disfrutar !!!   Sabe como un helado almendrado pero con un toque diferente y de lo más interesante.  A los cacahueteadictos como yo, seguro que os encantará este "helado de alcagüeses" (como habrían dicho mis abuelos) o "pinabaror aiscrim" (que dirían los americanos ).

Como se ve en la foto de arriba, la primera vez utilicé mega chips de chocolate.  Excesivo.  La segunda usé virutas de chocolate pero se mezclan demasiado con el helado y se pierde su sabor.  A la tercera irá la vencida, probaré con minichips de chocolate, creo que va a ser la opción ideal.