Esta tarta fue para el cumpleaños de un amante de la literatura clásica al que también le gusta mucho salir a correr.  

La idea de hacer una de sus zapatillas y algunos de sus libros imprescindibles estaba cantada.  Me pregunto cómo han llegado a diseñar zapatillas tan endiabladamente complicadas...

Cualquier parecido con el modelo que debía seguir (sólo tenía fotos) es cosa "de bulto".  ¡¡¡ Qué cosa más complicada, por el amor de dios !!!

Está claro que debí darle más altura pero la tarta tenía un viajecito por delante y di prioridad a la estabilidad.

Al final pasa como siempre, cuando estoy empezando a decorar pienso que todo es un desastre y me empieza a parecer mucho mejor cuando la "maquillo" (la pinto, le pongo los cordones...) pero aún así ¡¡ uf !!  Llevaba tantas tiras, recovecos, indentaduras que me mareaba sólo de mirar las fotos.  Cada vez me parece más difícil hacer cosas así sin tener el modelo real delante.  Bueno, yo creo que en este caso al menos ni con el modelo delante... Espero que de todos modos el homenajeado reconociera de algún modo la zapatilla como la suya.

 

En cuanto a los libros... Si se os ocurre hacer algo parecido, permitidme un consejo:  cuidad mucho que cada libro sea menor que el de debajo o será un infierno apilarlos.  Quise no poner la tapa de debajo para aligerar un poco el conjunto (al final es el fondant lo que más peso añade) y luego me llevó la tira de tiempo intentar solucionarlo.  Odio que me pasen estas cosas pero no sé cómo me las compongo que siempre me acabo complicando la vida.

Después de solucionar medianamente el tema de la tapa inferior de los libros (El Quijote se llevó de lejos la peor parte, pobrecito) vino el segundo quebradero de cabeza: la decoración de los mismos.  Me he dado cuenta de que necesito marcadores de letras, esto de hacerlas a mano con los churrillos de fondant me llevó muuuuucho más tiempo del que pensaba y el resultado no queda muy realista que digamos.

Tres enormes clásicos: una Biblia de doble chocolate, un ejemplar de "El Quijote" de naranja y chocolate negro y otra de "Guerra y Paz" de doble chocolate.  

La zapatilla también era de naranja y chocolate negro, igual que "El Quijote".  

No las tenía todas conmigo en cuanto al "apilamiento" de libros, es la primera vez que hago algo para tanta gente (50 personas) pero al final aguantaron estupendamente sin ningún tipo de apuntalamiento.  Total, tampoco eran tan altos... 5 o 6 cm como mucho cada uno.

Muchas felicidades para el homenajeado y que siga disfrutando de sus carreras y de la lectura por lo menos otros 50 años más.  Espero que le gustase su tarta.