Hola, amigos.  Hoy vamos a hacer nuestra propias tazas de medida.  

 

¿Tus principios te impiden comprarte unas tazas de medida americanas pero tienes unas ganas rabiosas de preparar una receta que viene medida en dichas tazas?  ¿Te sabes la receta de tus "chocolate chip cookies" preferidas o de un "banana bread" que está de muerte con medidas en tazas de memoria pero resulta que estás en casa de tu suegra y quieres hacerlas pero no tienes las tazas?  ¿Te aburres y te apetece hacer el tonto porque no tienes nada mejor que hacer?  Has llegado al sitio más adecuado.  Vamos a jugar a los chapuzas y vamos a improvisar ¡¡ nuestras propias y caseras tazas de medir !! 

Para ello vamos a necesitar: 
- unos vasos de plástico resistentes y hermosos (de 300 cc y boca estrecha, tipo vasos de "cubata") 
- un rotulador indeleble (mejor varios, ya veréis por qué) 
- una buena báscula (precisión de 1 gramo puede ser suficiente) 
- una botella de plástico o un jarra con pitorro que puedas llenar con agua potable y corriente (del grifo, vaya) y que te permita un vertido gradual y con tiento (o sea, que no caiga "a lo bestia")
- también necesitaremos un poquito de matemáticas y otro poquito de física básica pero no te preocupes, que si no tienes por casa, ya te las dejo yo.  
- ¡Ah!  Imprescindible.  Necesitamos tener muy en cuenta las conversiones  TAZAS --> Sistema Internacional de medidas (el que usa el resto del mundo).

Esta conversión es muy sencilla, grábatela a fuego en la memoria:  1 taza = 240 ml.  

Mientras preparo este artículo, se me acaban de poner los pelos como escarpias al leer el rincón de Bea un artículo en el que me he encontrado que las tazas de medir pueden ir desde las japonesas con sólo 200 ml a las inglesas, que tienen 284 ml.  Sea como sea y para simplificar un poco y no volvernos todos locos, me voy a quedar con las americanas redondeadas (no quiere decir que las tazas sean redondas como boles sino que 240 ml es más fácil de recordar que 236 ml).  Sea como sea, siempre que conozcas exactamente la capacidad en ml de las tazas que quieres usar, podrás utilizar esta ñapa para improvisar tus tazas.

El meollo de la cuestión es que hay que pasar las medidas volumétricas a nuestras más precisas, correctas y elegantes medidas másicas (o sea, en peso).  ¿Por qué defiendo las nuestras?  Pues porque 200 g de azúcar son 200 g de azúcar, los mires por dónde los mires, mientras que una taza de azúcar puede tener 120 g o 150 g de azúcar, depende de cuánto y cómo aprientes el azúcar en la taza.  Bea lo explica muy bien, no es lo mismo meter la taza directamente en el saco de azúcar glas para sacarla llena (quieras que no, la estás compactando y así te cabrá más) que ir echando el azúcar glas previamente tamizada y esponjadita ella con mucho mimo y con ayuda de una cuchara dentro de la taza para luego enrasarla (seguro que cabrá menos).  Por eso prefiero el peso.

Os preguntaréis cómo rayos vamos a pasar de volumen a peso...  Pues es muy sencillo, vamos a utilizar un conversor que todos tenemos a mano.  No tenemos más que abrir el grifo: el AGUA.  Este maravilloso elemento fundamental para vida tiene la estupenda característica de que su densidad es 1 kg/l.  Quicir, que un litro de agua pesa un kilo.  O sea, que 240 ml de agua van a pesar 240 g y para eso es para lo que vamos a necesitar nuestra báscula.

Hemos quedado en que una taza son 240 ml (volumen).  Y que 240 ml de agua, pesan exactamente 240 gramos.  ¿Sí?  Pues ahora no tenemos más que colocar un vaso en nuestra báscula, encenderla y proceder.

Primero comprobamos que, a "vaso puesto", la báscula nos está marcando cero pelotero (para evitar el error del peso del vaso en sí mismo).

Y ahora vamos llenando con mucho cuidadín el vaso con agua hasta que la báscula marque justitos, justitos, 240 gramos.

Ahora baja el vaso de la báscula, ponlo en una superficie plana y perfectamente nivelada y espera que el agua se calme. 

 

No tienes más que coger un rotulador y marcar el vaso siguiendo el nivel del agua (se supone que la línea debía ser recta, pero parece ser que no tenía yo el pulso como para robar panderetas, precisamente...) 

 

¡¡¡ Ya tienes tu taza de medir !!!  En plan "pa' chula, yo" puedes poner "1 cup" justo al lado de la rayita y quedarte tan ancha...  Y seguir haciendo lo mismo para marcar el resto de medidas más utilizadas (media taza, un tercio y un cuarto de taza).

Vuelve a echar el agua en la jarra o la botella que estés utilizando y deja el vaso vacío en la báscula de nuevo a cero.

Y exactamente lo mismo que has hecho para tu taza, puedes hacer con media (1/2 taza).  Sólo que en este caso tienes que llenar el vaso vacío hasta tener la mitad de agua que antes, o sea 120 gramos.

 

Bajas el vaso a una superficie plana y nivelada, agitas un poco para quitar las burbujas de aire, dejas que el agua se nivele y marcas tu media taza:  1/2 cup.

Seguimos a la siguiente medida: 1/3 cup (un tercio de taza).  Vaciamos el vaso y lo dejamos en la báscura tarada en cero.

 

Como ahora vamos a hacer nuestro tercio de taza, tendremos que pesar 240 entre 3, o sea 80 gramos.

 

De nuevo bajas el baso de la báscula, quitas las burbujas, esperas que se nivele y marcas tu tercio de taza con "1/3 cup". 

 

Sólo nos queda otra medida típica: el cuarto de taza.  Así que de nuevo vaciamos el vaso y lo ponemos sobre la báscula tarándola a cero.

 

Para conseguir el cuarto de taza tendremos que pesar 240 entre 4 gramos, o sea 60 gramitos de agua.

 

Y aquí es donde a mí me vino bien tener más de un rotulador indeleble, porque al negro le dio por no escribir y tuve que tirar de uno rojo que había por un cajón (menos mal) para marcar nuestra última medida: 1/4 cup.   Es por ello que esta medida está en otro color, no porque haya peligro con esta medida ni sea especial ni nada, sólo se me gastó el negro.  

¿A que ha sido fácil?  Un poco tonto e inútil tal vez, porque seguro que todo el mundo dispone ya de un flamante juego de tazas de medida y también de cucharillas.  Pero ¿y lo bien que lo hemos pasado jugando a McGiver?  

Ya que estamos, si tienes una receta que te viene en tazas australianas o japonesas o británicas, que son difentes, y sólo las vas a usar una vez, no tienes más que seguir este mismo método adaptándolo a las equivalencias de las tazas que vayas a utilizar.  ¿Que las tazas que necesitas tienen 200 ml?  Haz la ñapa con 200 g de agua.  ¿Que tienen 285 ml?  Pues con 285 gramos.  Ásí puedes tener las tazas que necesites sin necesidad de volverte loca comprando chiquicientos juegos diferentes de tazas.

¿Cómo medir con estas tazas?  

Sinceramente, medir con ellas correctamente los sólidos te va a resultar un poco complicado y no demasiado preciso.  La forma correcta de medir la mayoría de sólidos es la que indica Bea en su artículo: colocas la taza en una superficie nivelada (yo prefiero hacerlo en un plato, que siempre se escapa algo de harina o azúcar y haciéndolo así puedes recuperarlo fácilmente) y vas echando en ella lo que tengas que medir con la ayuda de una cuchara, de forma que la taza quede "con colmo" y después utilizas algo de superficie plana como una espátula para "arrastrar" el sobrante.  Obviamente no vas a poder medir así con estas tazas, a lo máximo que puedes aspirar es a ir echando lo que tengas que medir en la taza, darle un buen meneo para que se reparta y la superficie quede prácticamente horizontal  y que se ajuste lo másximo posible a la línea que marcaste con el rotulador.  Por eso he escogido vasos altos y estrechos, porque he considerado que cuanta menor fuera la superficie del corte, menor sería el error de medida.

Medir los líquidos será mucho más fácil, sólo tendrás que llenar poco a poco la taza hasta que el líquido alcance el nivel marcado.  Para evitar errores, no mires desde arriba que te llevará a engaño, intenta mirar al mismo nivel de la línea dibujada en el vaso.

Ya no tienes excusa para no hacer tus recetas preferidas por falta de tazas...

Si te sientes con fuerzas y ánimos, puedes marcar todo el perímetro en cada marca y probar a serrar los vasos, a ver qué tal aguantan.  En ese caso tendrías que hacer un vaso por cada medida (1 cup, 1/2 cup, 1/3 cup, 1/4 cup) y sí que podrías usar las tazas para enrasar y medir "como God manda"  (me da que Dios mandaría medir con medidas del Sistema Internacional).  No he probado a hacerlo pero tal vez estos vasos que no son del todo transparentes y que parecen más de silicona que del plástico quebradizo que estamos acostumbrados a ver en este tipo de recipientes, aguante bien la sierra.  Sobre todo si rellenas en vaso con trapos, papel o similar para que no se deforme y se rompa. 

Si alguien quiere hacerse también unas cucharillas de medir caseras, también es posible aunque un poco más complicado.  La sustitución más sencilla que se me ocurre es usar cacitos de los de medir las papillas de los peques o las cucharillas que vienen con los jarabes.  Como estos artilugios vienen también en volumen, sólo tienes que recordar en este caso que:

1 cucharada (1 tblsp=1tablespoon) = 15 ml

1 cucharadita (1 tsp= 1 teaspoon) = 5 ml

Si tienes la suerte de disponer de cacitos con estas medidas, ya tendrías tus cucharas de medir.  Eso sí, las utilísimas 1/2 tsp, 1/4 tsp e incluso 1/8 tsp que se usan para medir levadura, sal y demás "pequeñeces", quedarían fuera de tu alcance.

Moraleja: mejor comprar tanto tazas como cucharas de medida y dejarnos de chapuzas y tonterías, que esta ñapa que os acabo de explicar sólo sirve para salir medianamente bien del paso en un caso extremo.

Olvidaba un detalle fundamental para gente que, como yo, es maniática reduciendo recetas pantagruélicas para medio ejército a dimensiones parejiles (para dos personas):

1 taza = 16 cucharadas

1 cucharada = 3 cucharaditas

Con esto, una hoja de papel para echar cuentas y poder dividir y dividir y dividir (generalmente por el número de huevos)  podrás reducir cualquier receta por enorme que sea a dimensiones "para uno o dos".  

Sólo me queda añadir una cosa (reminiscencia de mis tiempos en físicas):  

¡¡¡¡ VIVA EL SISTEMA INTERNACIONAL DE MEDIDAS !!!!  

¡¡¡¡ VIVA !!!!