Y no, Karlonnen, no está hecho "con reyes de verdad".  Sólo con restos de roscón de Reyes.   

Estoy gafada con los roscones, es el segundo año que lo intento y es el segundo año que fracaso.  El año pasado subió como la espuma pero no sabía a roscón.  Este año el sabor es mejor, sin duda, pero no ha subido nada de nada.  No sé si habrá sido la levadura, la harina, los tiempos de levado...  O yo, que no doy una y que ante las enormes espectativas familiares (creo que deformadas con la distancia temporal: "cómo me acuerdo de los roscones que hacías, estaban buenísimos") me acogoto.  Sea como sea me he juntado con un montón de roscón impresentable, igual que el año pasado.  

(Si este es también tu caso o si avisaste con tiempo de que tú pondrías el roscón pero a pesar de todo tu suegra trajo uno de nata, tu sobrino otro de trufa, tu cuñado un normal y para remate tu vecina se juntó también con unos cuantos y te pasó un rosconazo de un kilo; sigue leyendo que esta receta también puede ser para ti). 

Total, que me levanté el día de Reyes renegando de un desastre más y de repente se me ocurrió el reciclaje más lógico: ¡¡ el puding !!  Anda que no lo he pedido veces en los restaurantes como postre de menú...  Pero no lo había hecho nunca y no sabía cómo abordarlo así que me puse a buscar en el libro "1080 Recetas" de Simone Ortega y encontré la receta ideal: "flan-budín de suizos".   He oído tantas veces a mis compañeros de la ofi renegar de los roscones que no saben a roscón y que son simples "suizos" que la adaptación no podía estar más clara. 

Es muuuuuy fácil.  Sólo tienes que desmontar el roscón: arrancarle las frutas escarchadas, cortar el roscón en lonchas y seguir estas sencillas instrucciones.

Necesitas:
un roscón de medio kilo, con sus frutitas y todo (sin sorpresa, no la liemos)

200 g de agua
4 cucharadas de leche condensada
una pizca de canela
una cucharada de ron miel (optativo)
una cucharada de agua de azahar

3 huevos
3 cucharadas de azúcar (y una cucharadita o así de azúcar vainillado)
250 ml de leche
1 cucharada de ron miel (optativo)
2 cucharadas de agua de azahar
1/4 cucharadita de esencia de limón
1/4 cucharadita de esencia de naranja 

Antes de nada, elige el molde que vayas a usar y carmelízalo como suelas hacerlo. 

Luego, tijeras para pescado en ristre, corta en pedacitos chiquitos las frutas escarchadas (y las almendras, si el roscón las tenía) y resérvalas.  

Se me había acabado la leche (¿no dicen que los desastres no vienen solos?) así que para mojar el roscón preparé un potingue con 200 g de agua y cuatro cucharadas de leche condensada (así obtuve la leche azucarada que pedía la receta) a lo que añadí una cucharada de ron y un chorrito de ron miel al gusto.  ¡Ah!  Y una pizca de canela.  Remuévelo todo bien.

Ahora entra en juego el molde caramelizado.  Ve cogiendo las rebanadas de roscón, las remojas en el invento, las escurres y las vas colocando en el molde.     

Cuando hayas puesto una capa de roscón remojadito en el molde, echas las frutas confitadas trocedas y sigues colocando las rebanadas remojadas.  

¿Has terminado con todo el roscón?  Pues coge un cuenco, bate los 3 huevos, añade las 3 cucharadas de azúcar normal y una cucharadita o menos de azúcar vainillado.  En otro cacharro aparte mide 250 ml de leche y agrega 2 cucharadas de agua de azahar, un poco de ron si quieres, la esencia de naranja y la de limón.  Revuelve bien y añade la mezcla a los huevos.  Bate hasta que esté todo bien mezclado y rellena el molde con esto (se irá metiendo en los huecos del roscón).  

Mete el molde al horno precalentado a 180ºC (dependerá de tu horno) dentro de un recipiente con agua, o sea al baño maría, hasta que esté bien cuajado (unos 40 minutos pero usa la prueba del palillo por si necesitas más tiempo o incluso menos).

 

Deja que se enfríe, dale la vuelta y sírvelo con una salsa de chocolate, nata montada, helado de vainilla... A tu gusto.  Y a tu gusto también el mejunje de mojado del roscón e incluso el de huevo para el cuajado.  Añade o quita azúcar, licor, agua de azahar...  ¡¡ A gusto del consumidor que para eso lo estás haciendo tú !!

 

Yo por lo pronto seguiré intentando hacer roscones aunque sea pleno agosto, hasta que dé con la fórmula de la que me pueda fiar y no me pase otra vez lo mismo...  Espero no tener que pasar por 10 intentos, como me pasó con los macarons, o me van a correr a gorrazos de tanto pudin...