Otra maravillosa receta vegana (sin huevo ni leche) del libro "Vegan Cupcakes take over the world".  Tenía una lata de puré de calabaza en el armario desde no recuerdo cuándo y ganas de probar otra receta vegetariana.  Y como también tenía ganas de probar algún dulce de calabaza, me animé a estrenarme con esta receta. 

 

Me pareció extraño que añadieran chocolate, pero lo probé de todos modos.  ¡¡¡ Buenísimo !!!  La mezcla me ha encantado y seguro que repito (en cuanto pueda comprar otra lata...  )  Estas chicas son unas genios de la repostería vegana.  Cuantas más recetas pruebo, más me reafirmo en esta creencia y más recetas me apetece probar.

Para las magdalenas necesitarás
1 taza de puré de calabaza
1/3 taza de aceite vegetal suave (girasol, maíz...)
1 taza de azúcar
1/4 taza de leche de soja
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 1/4 tazas de harina
1/2 cucharadita de levadura en polvo
1/2 cucharadita de bicarbonato
1/2 cuchardita de canela en polvo
1/4 cucharadita de sal
1/2 taza de lágrimas de chocolate (chocolate chips)

Para el glaseado de canela:
1/2 taza de azúcar glas
1/2 cucharadita de canela en polvo
2 cucharadas de margarina fundida
1 cucharada de leche de soja
1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Precalienta el horno a 180ºC y prepara las cápsulas para las magdalenas.  Salen como una docena.

En un bol mezcla la harina con la levadura, el bicarbonato, la canela y la sal.

En otro bol mediano mezcla el puré de calabaza con el aceite, el azúcar y la leche de soja y la vainilla. 

 

Agrega tamizando la mezcla de harina y remueve con un tenedor (según las autoras, si usas varillas la mezcla queda demasiado gomosa). 

La verdad es que no puedo decir si hay diferencia porque usé el tenedor.  La mezcla es un poquito espesa y extraña (no en vano lleva puré de un vegetal).

Pero no te preocupes que, una vez cocida la masa, queda estupenda.

Una vez bien mezclado todo, agrega los pedacitos de chocolate, repártelos y rellena los moldes, dejando que se hagan de 22 a 24 minutos.  Sácalos cuando estén (como siempre, usa el test del palillo) y deja que se enfríen en una rejilla antes de glasearlos.  Y merece la pena glasearlos, no lo dudes.  Yo no sé si es por la vainilla o por la canela pero la mezcla de sabores y texturas es genial.

Para el glaseado, mezcla el azúcar glas con la canela en un bol y añade la margarina fundida, la leche de soja y la vainilla, removiendo con un tenedor hasta que esté todo bien mezclado y homogéneo.  Déjalo a temperatura ambiente hasta que esté listo para usar.  Resulta un glaseado doradito y aromático. 

Si ves que está demasiado brillante o demasiado líquido, echa un poco más de azúcar glas. 

Para glasear las magdalenas, vierte el glaseado "a cascoporro" con una cucharilla sobre las magdalenas (fue lo que yo hice) o mételo en una bolsita de plástico, corta el piquillo y haz dibujos con él sobre los dulces.  El toque que da este glaseado a la magdalena es ena delicia.  Eso sí, por mucho que eches sobra bastante. O al menos a mí me sobró.

Jo, me está entrando un hambre escribiendo este post...

Animáos a hacerlas, ya verás como la mezcla os sorprende y os engancha.  Además, al contrario que otros dulces de calabaza típicos americanos no son demasiado especiadas, sólo llevan canela y vainilla así que no os echará para atrás ningún sabor "raro".

¡¡¡ Viva la mezcla de calabaza y chocolateeeeee !!!!  VIVA.

Yo sigo dando salida a mis papelillos para magdalenas "super fashion".  Ossea, ay que monas que sssson.

Sí, lo sé.  Se me pira.  Pero debe ser que como ya no juego a vestir muñecas y tampoco tengo oportunidad últimamente de jugar mucho con mi ropa, me ha dado por jugar a vestir magdalenas.  A cada uno por lo que le da...