Suena raro ¿verdad?  Pero al final no lo es tanto.  En cuanto le eché el ojo a la receta en el blog de Laura: Tentaciones, supe que tenía que probarlo.  Ya había probado otro bizcocho sin harina y con galletas molidas, uno de orejones que estaba buenísimo así que tenía precedentes de cómo podía quedar.  Pero no me apetecía probar con galletas normales porque no le veía la gracia de modo que lo intenté con una de mis debilidades declaradas: las galletas Digestive fontaneda de frutos rojos y yogur.  El resultado no es demasiado sexy en apariencia porque no me ha dado tiempo a darle un aspecto glamuroso pero el sabor ha superado mis expectativas.

Digamos que "Morgana propone y sus amígdalas disponen".  Vamos que yo pensaba pasar los tres días de fiesta de los que hemos disfrutado los madrileños haciendo experimentos y sacando las horas atrasadas de horneados y recetas peeeeero mis amígdalas pensaron otra cosa y el sábado estaba hecha unos auténticos zorros, con fiebre alta y con dolor en músculos que ni siquiera sabía que tenía.  Como para hornear estaba yo...  Menos mal que se me ha pasado la fiebre pero me ha quedado un dolor de garganta de los de aúpa.  Espero que el médico me eche mañana una manilla porque apenas puedo hablar.  El caso es que hoy lunes, día festivo en Madrid aún porque es la Almudena, nuestra patrona, a última hora no podía más con el mono y, como me encontraba mejor, aproveché para hacer de nuevo este invento para que mi chico tuviera algo que desayunar esta semana.

Esto de usar unos dulces para hacer otros parece cosa de magia: coges unos restos de bizcocho desmigados y los conviertes en bizcobolas, o mueles unas galletas que te encantan y las conviertes en bizcochos.  Me pregunto cómo surgiría esta receta.  ¿Alguien que quería hacer un bizcocho y no tenía harina?  Por lo que he leído hoy en el blog de Trotamundos, a lo mejor fue Alicia (Canelona) la que primero puso la receta.  ¿O sería en mundorecetas?  No sé, estas cosas es bien difícil rastrearlas, al final sólo el que lo inventó sabe quién fue.  Por cierto, si me está leyendo, que se presente, que le queremos dar las gracias.

La receta original pedía galletas maría pero las galletas de las que os hablo y que yo he utilizado son éstas.  

 

Un poco caras, lo sé (algo más de dos euros, depende de dónde las encuentres) pero están de buenas... No es una receta que cunda mucho, da para un bizcocho chiquitín o, en este caso, para una docena de magdalenas (y eso sólo si consigues resistir la tentación de comerte la masa cruda a cucharadas, y te puedo asegurar que dicha tarea requiere una gran fuerza de voluntad de la que, obviamente yo carezco o no os estaría contando esto).

Para hacerlas necesitarás:
12 galletas Digestive de frutos rojos y yogur
30 g de frutos rojos mezclados deshidratados y picados (yo he usado fresas y arándanos). 
75 g de mantequilla a temperatura ambiente
3 huevos
2 cucharaditas de Royal
3 cucharadas de azúcar demerara (integral) 

Reduce a polvo las galletas (en una picadora o a martillazos si es menester, como prefieras, la segunda opción es preferible si estás estresada y si, sobre todo, no tienes picadora ).  

 

La receta es para Thermomix, y después de triturar las galletas a velocidad progresiva hasta tenerlas molidas, se agregan el resto de ingredientes menos los frutos rojos y se mezcla a velocidad 7 hasta tenerlo todo bien integrado.  Si no tienes este robot, supongo que te servirá una batidora normal, pero no lo he probado.

A mí la Thermomix no me gusta para esta cosas, qué le voy a hacer, me gusta sentir todos los pasos de las masas y con la máquina no puedo, pero reconozco que en este caso el total destrozo de picadillo de todos los ingredientes no le sienta mal al invento.

 

Después de darle una paliza inmensa para que el conjunto quede hecho papilla, metí la masa en moldecillos de magdalenas y fueron al horno a 180ºC hasta que estuvieron listos (bastaron 15 minutillos).  BUENÍSIMOS.  

Tanto me gustó el resultado que probé con otra variedad de la misma marca: las Digestive Fontaneda de naranja y chocolate.  

 

Me costó Dios y ayuda dejar que las galletas llegasen vivas a la fase de molienda porque me gustan con auténtica locura, pero al final lo conseguí.   Añadí pedacitos de chocolate a la naranja Lindt para rematar, pero el resultado, aunque bueno, para mi gusto no llega de lejos al de las galletas de frutos rojos y yogur, me quedo con ellas sin pensármelo.  

 

Podéis ver la versión bizcocho de esta receta en el blog de Trotamundos: Food & Cook.  Tiene unas fotazas de infarto.  De mayor quiero hacer fotos de ésas.  Por el momento me tengo que conformar con lo que el trabajo y mi salud me dejan hacer, que no es demasiado.  

He aprovechado para ir estrenando mis últimas adquisiciones de papeles magdaleniles, a ver si os gustan.  Por el momento han funcionado bastante bien aunque éstos no son de los más llamativos.

 

Sentí que les faltaba un poco de "poderío" en plan toque de ganache con manga pastelera y algún conffetti pero la que suscribe no daba para más.  Otra vez será.  En cualquier caso, la misión que tenía está cumplida: "miamol" tiene su bolsita de magdalenas para llevarse al curre esta semana.

  ¿Qué pasará con la próxima?  Mis amígdalas dirán... 

Ahora que lo pienso, a lo mejor lo que pasa es que "estoy hasta las amígdalas" de algunas cosas...  Jajajajaja.  

¡¡¡Que levante la mano el que esté "hasta las amígdalas" de algo!!!  Venga, ahora que no nos oye nadie, desembuchad antes de que os veáis en la misma situación que yo, que cuando digo algo parezco el gangoso aquel del chiste de Arévalo: "yo -ería una -alega de -unta de  -áncamo..."  

Creo que estoy en el mejor momento para cambiar de hobby y dejar el horno para presentarme a "Operación Triunfo"...  Si , yo también.