Una de mis primas me dijo hace poco que llevaba años queriendo probar una tarta de chocolate con moras.  Por desgracia mis conocimientos reposteriles no son tan amplios como para tener una receta de ese tipo en mi repertorio.  Me puse a buscar por la web, por los libros que tenía en casa... pero nada me seducía lo suficiente.  No sabía qué hacer hasta que, seguramente inducida por los calores que nos atenazan en este veranito que nos ha tocado en suerte, se me ocurrió preparar algo frío.  Tal vez una tarta de capas de bizcocho de chocolate alternadas con mousse de moras pero la idea no me acababa de convencer, quería algo aún más fresco.  Sólo que medaba una opción:  ¡¡¡ helado !!!  Pero ¿cómo combinarlo con el chocolate? 

De repente me acordé de uno de mis helados favoritos en la adolescencia: los sandwiches de nata de Avidesa, que estaban buenísimos y sólo costaban cinco duros.  ;-)   ¡¡ Eureka !!  Sandwiches de helado de moras.   Quedaba lo relativamente más fácil: dar con una receta de helado de moras y otra de galletas para helado. 

* La de galletas para helado estaba cantada porque todavía tenía en mente los simpatiquísimos animalillos de granja que había visto en el blog de Su: "Webos fritos".   ¡¡¡ Gracias, Su !!!  Como decía Tina Turner: "You're simply the best" (vamos, que eres la mejor).  Muacks. 

* La del helado la encontré en un blog maravilloso: "The pioneer woman cooks", que conocí a través del de Bakerella.  Haga lo que haga esta mujer nos pone unas fotazas de paso a paso impresionantes, es una maravilla.

Recetas en ristre me puse manos a la obra.  Como quería algo muy chocolatoso, en las primeras galletas me pasé siete pueblos con el cacao, salieron "más negras que el sobaco un grillo" y sabían a chocolate puro cosa mala, de modo que probé un segunda versión un poco menos "jevi" que ya se acercó más a lo que buscaba.   Con el primer intento de helado me pasó algo parecido: eché demasiado limón, no seguí bien las instrucciones... Total, que estaba bueno pero no sabía a moras, así que también me tocó repetir, pero afortunadamente también en este caso a la segunda fue la vencida.  Menos rollos y vamos a las recetas que es lo que nos interesa.

Bueno, antes un inciso para ver esta foto de una mora congelada bien de cerca... Pedazo de macro que tienen algunas cámaras, por dios, da hasta miedo. 

 

HELADO DE MORAS (he cogido una tercera parte de la receta nada más.  La tenéis en su versión original pinchando aquí y aquí, con una estupendas fotos del paso a paso.  Da igual que el blog esté en inglés, las fotos hablan por sí mismas.).
200 g de moras (yo las usé congeladas) 
1 cucharadita de zumo de limón (o menos)
30 g de azúcar
120 g de nata de cocinar (18% MG) (o la misma cantidad mezclando leche y nata para montar, del 35% de materia grasa)
60 g de azúcar (puedes sustituir 5 g de azúcar normal por azúcar vainillado)
2 yemas de huevo mediano
120 g de nata de montar (35% MG)

En una cazuelita al fuego pon las moras con el azúcar (los 30 g) y el zumo de limón.  Déjalas que se hagan cosa de un cuarto de hora o veinte minutos, lo suficiente para que queden blanditas y se puedan aplastar con el dorso de una cuchara.

Por otro lado pon al fuego (en otro cacillo) la nata de cocinar (o mezcla de leche y nata para montar) con el azúcar (los 60 g) hasta que el azúcar quede bien disuelto.

En un bol aparte, bate las yemas hasta que parezca que estén más claras en color, más espesas y voluminosas.  Ve agregando sin dejar de remover parte de la nata azucarada calentita (pero no hirviendo) para templar los huevos.  Echa la mezcla de huevos de este bol al cacillo en el que habías calentado la nata con el azúcar con el resto de nata azucarada si quedaba algo y pon el cacillo al fuego, sin dejar de remover, hasta que la mezcla de yemas y nata azucarada espese. 

Este paso es un poco peliagudo porque las yemas de huevo cuajan más o menos a los 70ºC, de modo que si te pasas de temperatura, tendrás pequeños grumos de yema cuajada.  Se trata de que la crema espese hasta que cubra el dorso de la cuchara con la que la remueves y que, si dejas una marca como un canal pasando un dedo de arriba a abajo de la cuchara, el canal permanezca.  De todos modos, si se te cuaja un poco la yema, no pasa nada, pásala por un tamiz o colador un par de veces para eliminar los grumos y sigue adelante.

Cuando la mezcla de huevo haya espesado, apártala del fuego.  Deja que enfríe un poco e incorpórala a otro bol en el que tendrás la nata de montar (sin montar).  Mezcla todo bien e incorpora finalmente las moras azucaradas pasándolas por un tamiz y ayudándote del dorso de una cuchara para espachurrar las moras y sacarles el máximo jugo posible.  Ya verás el color de la mezcla... Es precioso.

Si ves que hay demasiados grumos porque el huevo ha cuajado, cuélalo un par de veces, verás cómo mejora.

Deja que la mezcla enfríe en la nevera.  Si tienes prisa, puedes preparar un bol con agua y hielo algo mayor que el bol que contiene la mezcla y meter este último en un baño de agua helada para acelerar el proceso.  Una vez bien fría la mezcla, métela en tu heladora siguiendo las instrucciones del fabricante o bien métela al cogelador y ve sacándola y removiéndola cada hora más o menos para evitar que cristalice hasta que tengas un helado cremoso y riquísimo.

Antes de congelar la mezcla prueba a añadir trocillos de chocolate negro (55% por ejemplo).  Yo fui echando las virutas a la heladera mientras se hacía la crema y le da un toque crujiente todavía más pecaminoso e irresistible al resultando.

GALLETAS DE CHOCOLATE PARA SANDWICHES DE HELADO (hice sólo la mitad de la receta porque salen muchísimas, podéis ver la original del blog de Su pinchando aquí).
150 g de mantequilla a temperatura ambiente (un par de horas fuera de la nevera servirá)
100 g de azúcar
1 huevo a temperatura ambiente
240 g de harina
25 g de cacao
media cucharadita de esencia de vainilla (o sustituye parte del azúcar normal por azúcar vainillado, como unos 5 g o así)

Ablanda la mantequilla con el dorso de una cuchara hasta que la tengas a punto pomada y ve agregando el azúcar.  Puedes utilizar una espátula o cuchara de madera si lo prefieres.

Agrega después el huevo y la esencia de vainilla.  Sigue removiendo e incorpora el cacao, seguido de la harina.  Puede que tengas que seguir a mano una vez incorporada la mitad de la harina.  La masa debe ser lo suficientemente densa para que no se pegue a los dedos pero no debe estar demasiado dura.  Haz un disco con ella, envuélvelo bien en plástico de cocina y deja que repose una hora en el frigo.

Precalienta el horno a 180ºC y saca la masa de la nevera. Puedes servirte de dos trozos de plástico de cocina o de papel antiadeherente para extenderla con el rodillo hasta que tengas una lámina de aproximadamente 5 mm de espesor.  Pon la lámina de masa en un papel antiadherente o un silpat de silicona y hornea las galletas unos 12 minutos. 

Saca las galletas del horno y córtalas enseguida.  Este tiempo de horneado, tal y como dice Su, deja unas galletas blanditas, fáciles de cortar y muy adecuadas para los helados pero al ser más tiernas resultan más difíciles de manejar sin que se te rompan al trasladarlas a la rejilla o levantarlas del papel.  Si quieres que te queden más firmes para comerlas como unas galletas o pastas normales, déjalas unos minutillos más en el horno (con dos o tres será suficiente).

 

Yo aproveché para probar una "imprenta" para galletas que llevaba unos cuantos meses en el cajón... 

MONTAJE.

Si no tienes moldes para los sandwiches (era mi caso), resulta útil usar un recipiente adecuado para congelar el helado de forma que puedas cortar "lonchas" del bloque de helado del tamaño de las galletas para montar los asndwiches igual que se hacen en España los típicos helado "al corte", en los que todo está tan pensado que las dimensiones de las barras de helado coinciden perfectamente con las de las galletas de barquillo que lo acompañan.  

Una vez cortado el helado, no tienes más que poner una galleta de base, el helado cortado encima de ella y, como colofón, otra galleta.

 

El resultado me ha sorprendido muchísimo ESTÁN BUENÍSIMOS.  Tanto, que llevo ya como 3 tandas...  Lo malo es que ya me quedan muy poquitas moras.