Y digo yo ¿para qué me lo voy a poner fácil haciendo una receta sencilla y comprobada cuando me puedo complicar la vida invéntandome algo que no sé cómo me va a salir? Así soy yo, si no me enredo parece que no estoy a gusto... Esta vez del enredo ha salido esta "tarta de arroz con leche".
De los de verdad, de chocolate, chocolate y tan marrones que son casi negros.
No es más que una mínima variación de los brownies de chocolate blanco que sirvieron de base a la primera versión de los "pinkies" rositas del artículo pasado, a los que tuve que añadir almendras porque no tenía ni trocitos de chocolate negro, ni nueces, ni avellanas, ni otro fruto seco y... ya que estaba... ¿Porqué no darle un toque más almendrado?
Tranquilidad, que no me voy a poner a hablar de la nueva colección otoño-invierno de la conocida cadena de ropa joven ni tampoco de calcetines cortos para zapatos veraniegos sino de ésto:
Los anfitriones del reto de agosto de 2008 de las Daring Bakers, Tony Tahan and MeetaK, eligieron para nosotros una receta de un libro de Dorie Greenspan: , éclairs (relámpagos)de chocolate.
Hace unos meses tuve que renunciar a un proyecto que me hubiese encantado realizar porque me fue imposible encontrar una receta de bizcocho sin huevo que aguantase el peso de las tartas de cierta altura (bizcochos apilados) y decoradas con fondant.
Todas las recetas que probé daban como resultado unos bizcochos buenísimos y muy esponjosos, tanto que si los mirabas con demasiada intensidad se aplastaban los pobres y así no había manera de apilar nada.
La espinita clavada me molestaba tanto que no he parado hasta encontrar la solución. La inspiración ha sido este fantástico libro:
Lleno de interesantísimas recetas veganasaunque para desgracia nuestra todavía no está disponible "en cristiano" (que yo sepa).
Lo sé, soy una cabezota. Pero como el bizcocho de té verde no me salía verde, tenía que quitarme la espinita de alguna forma... Y ha sido con este delicioso MSC de kiwi y lima.