Buceando por esos blogs de la red hace mucho que me han llamado la atención las fotos de unos dulces típicos franceses que no he probado en la vida y que se llaman "macarons".
La persona a la que iba dirigida la tarta se merece lo mejor, es una de esas mujeres que llevas cinco minutos hablando con ella y es como si la conocieras de toda la vida.
Llevo tiempo a la caza y captura de un bizcocho de "café bombón" (ya sabéis, el típico café con leche condensada) y he hecho algunas pruebas sin que el resultado me convenza.
Encontré esta receta en el blog "Chocolate y pimienta" y pensé que podría ser una estupenda opción ya que el bizcocho es de leche condensada.
Pues sí, han leído bien: bizcocho de cocacola.
Tengo especial cariño por este bizcocho: me ha sacado de innumerables apuros (creo que, de lejos, es el que más veces he hecho a lo largo de mi historia repostera), sus ingredientes son super fáciles de recordar, está riiicoooo (léase en plan Homer Simpson), se puede "tunear" fácilmente... Vamos, que todo son ventajas. De hecho, este bizcocho es el culpable de la existencia del "Morgana Sponge Cake" pues me basé en él para adaptar la receta del Madeira Sponge Cake a algo que yo pudiera recordar con facilidad sin tener que tirar de recetario.