Hoy quiero contaros el cómo y el por qué de esta tarta.
A veces, en el trabajo, tratamos con cientos de personas sin plantearnos nada más allá de una estricta relación laboral. Por azares de la vida hace un par de años empecé a trabajar con una persona de Valencia, Ana.
Ana empezó siendo la persona que, desde el otro lado del hilo telefónico, me enseñaba ( siempre con paciencia y buenas palabras ) a gestionar mi nueva labor profesional, pero con el tiempo pasó de ser la pura y dura relación profesional a ser la persona que estaba ahí cuando me hacía falta e incluso la persona que me escuchaba y apoyaba en los días difíciles ( muchos, por desgracia ).
Ana se ha convertido en una gran amiga ( quién nos lo iba a decir, eh? ). Y esta gran amiga se decidió este pasado puente a cogerse al marido ( Jose, otra bellísima persona ) y a sus dos peques ( Jesús y Alejandro ) y cruzarse media España para , por fin, podernos dar un abrazo como debe de ser.
Esta tarta ha sido para ella pero gracias al buen hacer de su Jesús que se atrevió a meterse conmigo en la cocina toda una tarde para prepararle esta tartita express a su mami.
Gracias Jesús por tu ayuda, eres el pinche perfecto, atento a todas las explicaciones, paciente y dispuesto. Vete pensando el tema para la próxima....Un besote cariño.
Ana, sólo una cosa : Gracias por ser como eres.
A todos los que me leáis este artículo, daros las gracias por entender que de vez en cuando tenemos que dedicarles unos minutos ( o unas líneas ) a esa gente especial que nos encontramos, en tan pocas ocasiones a lo largo de nuestra vida.