Hace poco me pidieron una tarta muy pequeñina relacionada con el camino de Santiago.  No sabía bien qué hacer, podría modelar una mochila, un bordón y cosas así pero me parecía un poco pegote y, como tenía ganas de hacer una tarta en forma de libro que todavía no había tenido oportunidad de probar, al final se me ocurrió que podría hacer una tarta inspirándome en una de las muchísimas guías que sobre este camino iniciático podemos encontrar en librerías. 

Me puse a buscar por la web y la única que me llamó la atención fue ésta, que encontré en gronze.

guia camino santiago

Y eso fue lo que me inspiró para esta tarta tan chiquitina.

Por mucho que lo intenté, el sombrero del pobre paregrino me sigue pareciendo una empanadilla o el gorrito de Laura Ingalls (de los "inguels" de toda la vida, los de "La Casa de La Pradera"), y hay que echarle mucha imaginación para interpretar la "portada".  Pero bueno, para una vez que "me dejo llevar" pictóricamente hablando...

El resultado ha sido "rarito", nunca había utilizado la técnica de "fondant sobre fondant" de esta manera.  En cualquier caso, interesante y divertido.  

El bizcocho era de canela y limón con relleno y cobertura de "chocolate estropeado" con el mismo almíbar de la tarta.   Las bandeja es muy pequeñita también, es que el conjunto iba envuelto en papel de seda azul, el mismo de la bandeja, y metido en una caja del mismo tamaño de la bandeja, bien envuelto en papel de regalo, como si fuera un libro de verdad, de los que cuestan un riñón con portada forrada en cuero y letras doradas. 

Tengo mucha pena con esta tarta porque, a pesar de la confianza depositada en mí, de la libertad creativa que me dieron, de las horas de trabajo y de que que la mezcla de limón con canela es una de mis favoritas y también una de las que me parecen menos dulces, la tarta pareció demasiado empalagosa.  La capa de fondant de nubes era realmente gruesa, espero que no se la comieran... 

Iba a poneros una pequeña confesión de mis frustraciones con estas cosas, me como tanto la cabeza a veces intentando conciliar estas tartas con el gusto y las costumbres de nuestro país que más de una vez he estado tentada de tirar la toalla, pero tampoco es sitio ni lugar para contaros "mis fatiguitas" así que lo dejaré para otra ocasión.  Sea como sea tendré que seguir adelante en mi propio camino...