Bizcochos horneados en lata.

Viernes, 29 Febrero 2008

Si no te quieres gastar dinero en moldes o no encuentras moldes de tamaño tan pequeño, las latas de conservas son la solución ideal.

A veces es difícil encontrar los moldes que necesitamos, sobre todo en países como España en los que la decoración de tartas está empezando a cobrar fuerza ahora y todavía resulta complicado encontrar según qué cosas.  Por ejemplo, moldes pequeños.  Lo más pequeño que he encontrado en la marca Wilton (hablo de moldes redondos para pastelería) es un molde de 6 pulgadas (como 15 cm) pero a veces necesitamos algo más pequeño.  Porque la fiesta es para pocas personas o por lo que sea.  Una de las foreras (no sé si fue nani, ahora no me acuerdo) uitilizó esta idea para hacer panes dulces navideños y eso me animó a probar.

Cogí una lata de conservas de las que hay un montón en los comercios (de puré de tomate, de judías verdes, de menestra, de melocotón en almíbar, de piña en su jugo…).  Lo importante es que no tenga golpes y que no tenga esa capa de plástico blanca por dentro que muchas latas llevan hoy en día.  Le quitamos el papel exterior, la lavamos bien y la secamos.  Todo el tiempo tendremos MUCHO CUIDADO PARA NO CORTARNOS con el borde.

Bien, ya tenemos nuestro flamante y baratísimo molde listo:

Lo untamos bien por dentro con mantequilla, con cuidado de no cortarnos:

y después lo forramos con papel de hornear.  Puede que otros prefieran encamisar la lata como un molde normal pero a mí no me acababa de convencer el hecho de que la masa estuviera en contacto con la lata, que siempre acaba teniendo algún punto sospechoso de oxidación, así que lo forré con papel.  Cortamos una tira de papel para la pared del bizcocho (bueno, de la lata) y un círculo más o menos unos dos o tres centímetros más ancho que el culo de la lata (qué mal hablada soy, quería decir que “el fondo” )

Ahora cogemos el círculo del fondo y, con cuidado de no cortarnos, lo metemos en la lata y lo pegamos gracias a la mantequilla que previamente hemos untado por dentro de la lata con generosidad.  Lo que es el fondo quedrá liso pero en las paredes el ajuste originará unas cuantas arrugas.  No importa, aplastadlas lo mejor que podáis.  Así queda una especie de cilindro de pared muy bajita en el fondo de la lata que evitará que la masa se salga.  Si se quiere, se puede untar un poco más de mantequilla en esas arrugas para que luego se pegue bien el cilindro de papel que es lo que metemos a continuación y pegamos bien a los bordes.  Conviene que en el cilindro que hará de pared se solape un poco el papel para que la masa no se salga.  Para poder ver mejor la masa, recortamos el papel que sobra por arriba 

y ya está listo para echar la masa.  Yo utilicé masa para hacer MSC (bizcocho esponjoso de madeira) de 1 huevo, tal y como se explica en el paso a paso del MSC.

Pues nada, como cualquier MSC, al horno a 170ºC hasta que al pinchar la chepilla del bizcocho con un palo de brocheta, éste salga limpio de masa…  Así estaban recién salidos del horno

Como al enfriarse menguan un poco, es super fácil desmoldarlos (yo temía que se atrancaran un poco en la boca, pero no es  así), pones el molde cabeza abajo sujetando el bizcocho

le quitas el papel

y ya está listo para decorar.

Con la cantidad de latas de diferentes tamaños que hay, puedes ver la variedad de moldes que de una forma super económica tienes a tu disposición.