Una de "fatiguitas". Regreso al futuro en un intento de cake "a la americana".

Lunes, 17 Enero 2011

A ver cómo me las "maravillo" para explicaros todo el lío, que tengo un batiburrillo de conceptos que ni yo me aclaro.

Para empezar, os estaréis pereguntado qué rayos es eso de un cake "a la americana" ¿verdad?  Bien, yo llamo así a las tartas esas de mil y una capas de bizcocho amalgamadas con algún potingue cremoso (frosting) que se usa también para cubrir todo el invento.  Uséase, algo tal que ésto.

Resulta que nuestra amiga Lolule cumplia 18 añazos (cómo pasa el tiempo, polamodedió).  A los 16 le regalamos un sombrero rosa y las tartas a juego.  A los 17 le hicimos a esta picaruela Betty Boop.  Y a los 18 yo no tenía tiempo ni de pensar en una tarta de fondant en condiciones así que, llevada por la admiración-cuasi adoración que siendo últimamente por el blog "i am baker" y las maravillas que allí veo, se me ocurrió probar una de esas estupendas tartas de mil capas que tan primorosamente presenta.

En qué horita... Era como si no hubiera hecho una tarta en mi vida, de verdad.  Qué fatigas.  No me salía nada bien.  Mira que sé que antes de hacer una receta (sobre todo si está en otro idioma) hay que releerla un montón de veces hasta tener claros todos los pasos.  Pues no.  La fui haciendo sobre la marcha y mezclé mal los ingredientes.  La primera en la frente.  Luego no tenía los moldes apropiados y tuve que hornear uno de 18 cm y otro de 15 cm.  Y el horno en pie de guerra.  Y la fiesta al día siguiente y yo "con estos pelos".  Aaaaaaaaarggggg.

Menos mal que al final, a pesar del metedurón de pata al mezclar los ingredientes el bizcocho salió airoso y jugosisiiiiiísimo "de la muelte".  Casi más que el de choco y cerveza negra

Me pongo a hacer la crema.  No se me ocurre a mí otra cosa que ponerme a hacer por primera vez una crema de "frosting" en pleno proceso de empanamiento agudo, ya me vale.  Menos mal que más o menos salió bien aunque me parecía que no sería suficiente.  Bueno, bien no.  No tenía la mantequilla a temperatura ambiente y se me ocurrió dejarla más tiempo de la cuenta encima del radiador (mi "cale" está siempre tan bajita que ni se nota el calor).  Sin plato debajo ni nada.  Os podéis imaginar la que se lió...  Todavía estoy quitando mantequilla del suelo.  De verdad, hay veces en las que pienso que cuando estoy así sería mucho mejor meterme directamente en la cama para no seguir liándola.

Siguiente paso:  Hacer las "rondajas" de bizcocho para crear las capas.  Cuantas más capas mejor ¿verdad?  Pues no.  Porque al final te sale alguna tan fina que se te rompe.  Y te toca jugar a los puzles con ella para recomponerla (si es que cuando una no está...)  Menos mal que luego la crema lo cubre todo y estas cosas ni se notan.

Y claro, recortando el bizcocho de 18 cm para que cuadrase con el de 15 cm.  Por eso la tarta parecía una especie de "flan", más estrecho por arriba que por abajo.

Explicado lo del "cake a la americana",  voy con lo del "regreso al futuro".  No hacía yo estas cosas desde hace más de 20 años, creo.  Pero aún así, sabiendo que soy un "zote" con la espátula (y con la manga ya ni te cuento), se me ocurre probar una decoración que sugerían en "i am baker" con la que usaban otra crema.  Creedme.  USAD SIEMPRE LA CREMA QUE RECOMIENDAN PARA LA DECORACIÓN QUE EXPLICAN.  Vaya, que no me salió lo que pretendía ni de lejos porque la crema no tenía la consistencia adecuada y tuve que dejar la tarta lisa.  Y como quedaba sosa tenía que poner algo.  Y como no sabía qué y no tenía con qué tampoco, me lié a hacer "ziringoncias" en la tarta...

Y con chocolate nada menos.  Y sin manga ni ná, con un cornete y con dos c...nes.  Vamos, que con 42 tacos he vuelto a hacer los mismitos churros que hacía con 15, manda narices...  Y con la incertidumbre de no saber si una crema tan dulce como suelen ser todas las americanas y un bizcocho tan negraco y tan fuerte iban a convencer al personal de la fiesta.

Vamos, que no hice caso a ningún refrán.  ¿No dicen que "los experimentos, en casa y con gaseosa"?  Pues yo, como si nada.  A pecho descubierto y palante.

Y no contenta con ello, voy y repito decoración con la otra tarta una hora antes de salir para la fiesta (esta vez, sin experimentos, de naranja y choco, más apta para niños, que alguno había en la fiesta).  Es que ni las fotos me salían, oiga.  Seguro que si hubiese intentado hacer mayonesa, se me habría cortado 20 veces seguidas.

Me grabo a fuego aquí mis conclusiones/mandamientos:

I.  Antes de liarte la manta a la cabeza para hacer una receta que no conoces,  LÉETELA COMO UN MILLÓN DE VECES HASTA QUE TE LA SEPAS CASI DE MEMORIA y entiendas perfectamente el proceso que conlleva.  Sobre todo, cómo se van incorporando los ingredientes.

II.  No quieras correr la San Silvestre vallecana de golpe si tu ejercicio habitual es ir del sofá a la nevera y viceversa.  Primero entrena.  "Quicir", que no puedo pretender tener un trabajo de manga ("piping") tan primoroso como éste si las únicas mangas a las que me arrimo son las de mis jerseys.  Salvo que seas el equivalente a Mozart (que ya componía mientras sus compañeros apenas hablaban) en esto de la manga, primero PRACTICA.

III.  Intenta probar las recetas primero en casa y te ahorrarás la incertidumbre y el "sinvivir" de si gustarán o no en la fiesta.

IV.  Planifica las decoraciones.  Piensa mil y una veces en lo que quieres hacer e incluso haz las pruebas o tendrás que improvisar y te saldrán chapucillas como ésta.

Afortunadamente, la segunda opción de tarta, la de naranja y chocolate, que para mí es ya un clásico y podía fiarme de ella, salió bien rica pero "chaaaacha", qué mal rato pasé pensando si habría que tirar la otra a la basura de puro mala...

Bendita ganache montada.

Y benditos cachivaches de decoración que hay a veces por el armario, como estas bolitas de choco, aunque el resultado parezca el suelo de una sala de fiestas después de nochevieja.

An final nos trincamos casi las dos tartas enteras y como los comentarios fueron positivos, os pondré la receta de la de chocolate (negro como el carbón y mega jugoso) en cuanto pueda, en un post aparte para no mezclar las churras con las merinas.

¿No os pasan a veces estas cosas, que te sientes como "La Armada Invencible" luchando contra los elementos y con todo en contra?  Incluso con recetas que he hecho mil veces, hay ocasiones en las que me da la sensación de ser una completa novata.  Ains... Qué fatiguitas pasamos a veces ¿verdad?  

Hablando de fatiguitas... Sé que muchas las hemos pasado con las bizcobolas.  El sábado 22 por la tarde, en el taller de Apetit'Oh vamos a dedicarnos a hacerlas.  Empezaremos con las sencillas y llegarmos hasta donde nos dé tiempo pero al menos aprendremos a hacer la masa y a cubrirlas, que es lo básico.  ¡¡ Si os apetece apuntaros, llamad corriendo a Ruth para reservar plaza !!  

Edito.  Que se me había pasado una más.  Hice una primera versión de bizcocho de naranja que parecía un ladrillo redondo.  A la segunda, con las prisas, pensé "anda, y ¿por qué no uso un molde de papel?"  Como sólo había 4 huevos de masa tampoco podía usar un molde de 20 cm porque me quedaría muy bajito y yo lo quería más alto y no me daba tiempo a hornear más.  "Lo tengo" - me dije - "un molde de panettone, que es más estrechito".  La madre que lo...  Los moldes de panettone tienen unos agujerines en el culillo.  Para la masa de panettone no es problema pero para la de bizcocho, que es más líquida, SÍ ES PROBLEMA, SÍ.  Empezó sa salirse la masa y a formar perlitas de bizcocho requemado en el fondo del horno.  Y claro, me tocó abrir el horno, poner una bandeja debajo del molde, quitar las bolitas con una espátula porque mi cocina parecía un fumadero de opio y rezar para que el bizcocho no se colapsara por las corrientes...  Y luego quitar como un centímetro de carbón del culillo del bizcocho, claro, que con el papel pegado a la bandeja se quedó completamente carbonizado. O sea que POR DIOS, NO SE OS OCURRA USAR UN MOLDE DE PANETTONE PARA HORNEAR BIZCOCHOS.