Este reto ha sido endiabladamente difícil (al menos para mí).  

Nos lo propusieron Joan y Almito, los creadores y administradores del foro "Cocinando con el Alma" y doy fe que a mí por lo menos me han hecho sudar tinta...

La foto de la que partíamos corresponde a unos dulces tradicionales orientales (una variedad de los mooncakes) que se hacen con rellenos bastante diferentes a lo que estamos acostumbrados en occidente: pastas de loto, de judías azuki y cosas así.  El recubrimiento puede parecerse un poco al hojaldre pero el proceso de elaboración para conseguir ese aspecto hojaldrado pero en espiral es un poco diferente y peliagudo.  Hay que reconocer que quedan monísimos, eso sí.  Sobre todo si los hace Aunty Yochana (que tiene cada cosa en su blog que dan ganas de irse a vivir cerca de ella, aunque ande por las antípodas).

Las consignas eran sencillas: hacer algo en forma de bola (con algún tropezón como en la foto) y darle una cobertura con aspecto capeado (como en la foto también) usando nuestras propias ideas y técnicas.  Y en esta última cuestión (la del acabado capena) es en la que me he quedado como un mes con cara de "eins?" porque no se me ocurría nada de nada.  

La primera cosa que se me venía a la cabeza era usar tiras de frutas como cobertura y así probé pero no se me ocurría cómo sujetarlas a la bola en sí misma así que, mientras se me ocurría algo (o por ver si me aparécía la inspiración trabajando) me puse a hacer los rellenos.

El primero fue un arroz con leche bien cargadito (con canela, corteza de limón y de naranja, anís estrellado y vainilla) y tan espeso que se podía hacer bolas tan ricamente (¡qué buen que estaba, por dios!).  Como tropezones eché unas pasas puestas a remojo en zumo de manzana (no quería licores esta vez).   Lo peor es estar removiendo el arroz esperando a que espese sin que se pegue (lleva su tiempo pero merece la pena).

La cuestión era ¿cómo rayos pegaba yo las tiras de manzana reineta que les tenía destinadas a estas albóndigas de arroz con leche?  lo intenté así, tal cual, en crudo.

Pero quería ablandar un poco la manzana para lo cual había que pasarla por calor.  Si la metía al horno, se me habrían despegado seguro.  ¿Cómo las sujeto?  Se me ocurrió cocerlas envueltas en film de cocina.  Anda que vaya idea...

Recuerda un poco a las bolsitas con peces de colores .  Cuando saqué el invento del agua caliente estaba tan bando que no aguantaba la forma.  Menos mal que al enfriarse recuperó un poco la compostura pero entonces no se notaban las capas  y como no me convencía del todo, no se me ocurrió otra cosa que freir el invento una vez pasado por huevo...

Vistas así no se sabe si son unas vieiras envueltas en patatas a lo pobre o qué, pero así fue como quedó el intento. 

La otra masa que había preparado mientras hacía en arroz con leche (acalambrado se me quedó el brazo de tanto remover para que no se pegara) fue una bechamel dulce.

Aromaticé el aceite calentándolo con un poco de cáscara de naranja, anís y cardamomo.

¡¡¡ Cómo olía la cocina !!!  Colé el aceite, dejé que se enfriara un poco y le añadí la misma cantidad en peso de harina.  Lo pasé a la sartén y dejé que se fuera tostando un poco.  Después fui añadiendo leche poquito a poquito hasta que tuve una bechamel espesa.  Agregué un poco de azúcar y esencia de naranja y también canela en polvo. ¡¡ Estaba de vicio !!  Removí y removí y removí hasta tener una masa bien espesa que dejé asentarse en la nevera.  Como tropezones, añadí unas nueces troceadas.

Es que ni las fotos me salían....   ¡¡¡ ¿Quién me pone la pierna encima... ? !!! 

En fin, que con la experiencia anterior, las peras que tenía en lonchas preparadas para cubrir estas croquetas sí que las poché un poquito en mantequilla con canelita, azúcar y vainilla, al menos hasta que estuvieron blanditas, esperé que se enfriaran y con ellas cubrí las bolitas de bechamel.  Como las peras estaban medio caramelizadas se pegaron bien por sí mismas.

Soy cabezota como yo sola y también las rebocé y las pasé por huevo por que se hiciera la masa pero al final las hubiera preferido crudas, que estaban buenísimas también (me recordaban un poco a los polvorones)  todo porque quería dorar más las peras y en el horno me daba que no iban a aguantar... Nada, que estaban mejor crudas, como podréis comprobar.

Frustrada a más no poder, me decidí a probar las recetas originales y me lié a hacer pasta de azuki para rellenar los dulces orientales en los que se ha inspirado esta ProBocación.

¡¡ Está rica !! No muy dulce y con una textura a la que no estamos acostumbrados, pero muy buena.  Eso sí, un pelín laboriosa... Deja una taza de judías azuki en remojo de un día para otro.  Ponlas al fuego cubiertas de agua fría y cuando eche a hervir, la cambias y repites el proceso.  A la siguiente vez, las dejas cocer con media taza de azúcar hasta que se hayan hecho (a mí me llevo 2 horas).  Las escurres, las trituras y pones de nuevo la crema al fuego, removiendo sin parar hasta que tenga la consistencia necesaria.  Yo la aderecé con un poco de canela, comino y vainilla.  Como tropezones, añadí unas pipas de calabaza.  El color violáceo me encantó.

Preparé dos de las recetas de estos mooncakes que encontré por la web.  Probé a hacerlos fritos y también en el horno.  Se notan mucho mejor las capas si los pasas primero por aceite bien caliente 2 o 3 veces, aunque los termines de hacer en el horno.

Pero no os quiero aburrir con la preparación salvo que me lo pidáis, podéis encontrar la receta original aquí.

Probé con una receta parecida pero ligeramente diferente con la que se lograban pastelillos pequeñitos, mucho más monos que los míos, aquí está.  Éstos los hice al horno aunque me pasé siete pueblos con los colorantes.

Me gustaron mucho más al día siguiente que recién hechos pero tendría que hacer "cienes y cienes" para que llegaran a quedar tan bonitos como los originales.   ¡¡¡ ¿Cómo lo harán para que les queden tan perfectos? !!!  Me quedo con la curiosidad... ¿a qué sabrán los originales de la foto?


Ea, como me lo pedís...  Va por ti, Karolina.

Explico un poco la primera receta, que fue la que más me gustó.

Hay que hacer dos tipos de masa, una grasa y la otra con agua.

La masa grasa lleva 65 g de harina y 40 de grasa (yo usé mantequilla pero creo que la manteca habria sido mejor).  Echas la harina en un cuenco, pones la grasa echa trocitos encima, y vas frotando con las yemas de los dedos hasta que tengas como migas de pan.  Entonces intentas hace una bola con esta masa, pero sin amasarla.

La masa de agua lleva 75 g de harina, 20 g de grasa, 10 g de azúcar glas, 35 g de agua y dos o tres gotas de vinagre.  Igual que antes, pon la harina en el cuenco, echa la grasa en trocitos y frota con los dedos hasta tener algo como migas de pan.  Añade en resto de ingredientes y haz una masa homogénea con ellos.

Deja reposar ambas masas por separado como media hora o así.  Haz una bola con la masa grasa y otra con la de agua.  Extiende la de agua y envuelve con ella la bola de masa grasa.

Cuando tengas la masa envuelta, forma un rectángulo con ella (aplástala con los dedos) y extiéndelo con el rodillo.  Cuando tengas la masa extendida, la enrollas sobre sí misma, como si fuera un brazo de gitano.

Dale la vuelta a la masa y vuelve a aplastarla con el rodillo.

Y a enrollarla sobre sí misma hasta obtener de nuevo un cilindro del que cortarás 6 discos.

Enharina un poco tu mesa y aplasta cada disco, procurando dejar los bordes un poco más finos que el centro para que se sellen mejor.

Pon el relleno, envuélvelo con la masa y séllala.  Las capas se notarán un poco más si los sumerges en aceite muy caliente 2 o 3 veces, luego puedes terminar de freírlos o dejar que se hagan en el horno.

Preparé también unos con boniato al vapor, con semillas de amapola por tropezones, pero me gustaron más los rellenos con azuki.  En cualquier caso, no me salió el acabado tan maravilloso que muestran los blogs orientales ni de lejos.

Perdonad las fotos, es que no había manera de que me salieran enfocadas...

Creo que debe influir mucho en el acabado final tanto la grasa empleada en la elaboración de ambas masas como el extendido y enrollado de la misma y mucho más aún cómo extiendas los rulitos, qué cara de los mismos pongas en contacto con el relleno y qué cara hacia fuera.