Empiezo el año con esta tarta en plan simbólico, conjurando las fuerzas que todos necesitamos para aguantar lo que nos depare 2010 con garbo y también para disfrutarlo a tope.  

Otra tarta friki... Una de las más grandes que me han pedido.  Bueno, la más grande.  Tanto que preferí dividirla en dos.  Me daba miedo hacer al Mazinger en 3D enorme por si se malograba en el camino así que al final hicimos los dos robots (nene y nena), cada uno como saliendo una caja de regalo en plan "aquí estoy yo, mucho cuidadín conmigo que estoy que lo rompo (bueno de hecho la caja la he roto, pero sólo han sido daños colaterales)". 

Uno de mis propósitos de año nuevo es perder estos miedos y animarme a sacar partido a los documentales de la sexta de los fines de semana y aplicar la ingeniería para lograr hacer estas tartas más divertidas y como realmente me gustaría hacerlas sin miedo a que se me desmoronen. 

Porque así, sólo en pasta de goma parecían fáciles...  Pero menudo infierno.  Sobre todo las cabezas.  La de Afrodita porque es un poco extraña entre ovalada y con esa especie de cuernos...

Y la de Mazinger por la nave, las napias... Bueno, por todo.  Al principio me recordaba más a Supercoco que a Mazinger, no os digo más.

Y es que trabajar con la pasta de goma tiene un pequeño "problema", que en los volúmenes es prácticamente imposible lograr ángulos, todo tiende a quedar redondeado: los ojos, la parte de la barbilla... TODO. 

Y de los puños mejor no hablamos... La de veces que los hice y los volví a hacer porque no acababa de quedar contenta con ellos.  Al final los dejé como estaban porque no se me ocurría qué más probar.  A lo mejor con fondant habría tenido menos problemas pero no me fiaba de que aguantasen el tipo.

Los de Afrodita fueron algo más sencillos pero las manos también me dieron su tabarra.  La pasta de goma otra vez...

A pesar de los sudores ha sido divertido.  Todo el tiempo con la canción de Mazinger en la cabeza.  Y cuando se me olvidaba, ya se encargaba Karlonnen de recordármela...   Mereció la pena sólo por saber la sorpresa que se llevó el cumpleañero.  (Gracias, Elisa, por confiarme algo tan importante). 

Que conste que mi llavero es de Mazinger...    Pero como soy como soy, mi versión musical no era la tradicional sino la de "Fernaaaazingeeeeerrrrrr".  (Juzgad vosotros mismos mi grado de "zumbamiento".  Ya sé que la mayoría de los que me leen son "las" y no "los" y que estas tartas no son de aclamación tan mayoritaria como otras, pero son tan divertidas...  Que me perdonen los Mazingeristas ortodoxos, pero sea en el campo que sea, sigo siendo una hereje... )

Echo de menos algunas cosas de "El Informal".  ¡Snif! 

Por cierto, si alguien se acuerda de qué iba lo de la gaita, que me lo cuente, que estoy intrigadísima. 

Y como no, desearos a todos LO MEJOR para este año que acabamos de estrenar: salud, creatividad, diversión, amor, alegría...  Y dinerillo, que nunca viene mal.