Siempre que he leído los artículos de otras blogolosas que dicen "esta tarta la hice en un sólo día" me he echado a temblar con la completa seguridad de que no podría hacer algo así ni de coña.  Pues oye, he podido.  Increíble pero cierto.  En pleno proyecto friki me llamaron para encargarme una tarta de baby shower (fiesta de celebración para una futura mamá en este caso) casi de un día para otro.  Afortunadamente tenían clarísimo qué querían: una bebita modelada (el nacimiento que esperan es el de Salma) con los 3 gatitos negros de la mamá y nada de color rosa ni de corazoncitos y de lo típico para las niñas. 

Pánico tenía con el miedo que me da el modelado, sobre todo si hay caras humanas por medio, pero me gustó tanto el encargo y estaba todo tan claro que me puse a ello.  Todo empezó nada más levantarme, así:

Y terminó a la 1 de la madrugada, así:

Por el camino, intentar recordar los consejos de modelado de aine2, elegir bizcochos, hornearlos, esperar a que enfriararan, preparar almíbares y rellenos, tornear y dar gracias a dios por tener hecho todo el fondant que necesitaba. 

Y buscar modelado de gatitos por todas partes.  Al final me fui a lo sencillo y lo que tenía más a mano (el famoso gato sobre el ovillo de Debbie Brown), cambiando sólo un poco el cuerpo y la postura para que los gatitos quedaran también dormidos y sonrientes.

Dos de ellos un poco más grandes...

... uno de los dos con el rabito más cortito...

... y el tercero más chiquitito.

Ni que decir tiene que he disfrutado como una loca modelando la bebita.  Me dio tanto gusto verla tan cómoda y plácidamente dormidita en su manta que puse a los gatitos a dormir también.  Debe de ser una proyección de lo que me gustaría a mí hacer de vez en cuando... Descansar y dormir tranquilamente al calorcito de una manta suave y cariñosa.  

Hablando de mantitas, como me pareció que quedaba un poco sosona sólo con los cuadritos de la primera foto, me lié a darle colorido a juego con la tarta y la pinté de lunas y estrellas, para que todo el Universo arropase a la pequeña Salma en su sueño.

No querían una forma tradicional para la tarta (ni cuadrada, ni redonda).  Me sugirieron una luna, estrellas... Pero con el poco tiempo que tenía y sin moldes de esas formas, no lo veía claro.  Al final se me encendió la bombilla: ¡¡ una nube !!  Fácil de hornear, de recortar, de cubrir e ideal para poner encima la bebita con los gatitos alrededor.

Las inspiración de las volutas es de "bola de dragón", no te lo pierdas... Pero me da igual, aunque no esté del todo lograda me ha gustado y creo que la volveré a utilizar.

Tampoco querían el color rosita típico.  Se me ocurrió preguntar de qué color iba a ser la habitación de la niña y a juego fue el poco color que lleva, en tonos malvas y morados.

Esta es una de esas tartas que te da pena perder de vista.  No podía evitar echar una ojeadita a Salma cada vez que pasaba por allí y no podía evitar tampoco sonreír cada vez que la veía.  Espero Salma venga a este mundo tranquila, saludable y sobre todo que sea muy, muy feliz.  Tanto ella como su mamá y toda su familia.

Muchísimas gracias por confiar en mí para esta tarta, ha sido un auténtico placer.